Seguidores

viernes, 20 de enero de 2012

Lo que dice una mirada. Capítulo 15.

-¿Si?
-Hola Paula. Soy Carmen, la madre de Carla.
-¡Hola!
-Acabo de hablar con Lucía y ya se lo he comentado. Ayer estuve toda la tarde buscando a los mejores psicólogos de la ciudad, mañana será la primera sesión con una chica que se llama Bárbara.
-Genial, cuanto antes mejor.
-Quería pediros a ti y a Lucía que le digáis a Carla que ir a donde una psicóloga será lo mejor. Os lo ha contado a vosotras y creo que si vosotras se lo decís os hará caso. Lucía a accedido.
-Vale, yo también. Espero que esto termine pronto y Carla se recupere rápidamente.
-Yo también...Adiós.
-Adiós Carmen.
Rápidamente llamó a Lucía para hablar sobre Carla y su nueva psicóloga, Bárbara. Quedaron en casa de Paula y allí estuvieron discutiendo como sacar el tema y más importante, como decirle que necesitaba ayuda. Aunque eso Carla ya lo sabía, cuando comenzó con todos esos problemas lo pasaba muy mal pero cuando se dio cuenta de que estaba enferma lo pasó todavía peor.
Una hora después las chicas llamaron a su amiga para que fuera a casa de Paula, también le dijeron que querían hablar con ella de algo importante. Cuando llegó Carla ya sabía de lo que sus amigas querían hablarle, a si que fue directa al grano y les preguntó si habían encontrado alguna solución. Paula y Lucía empezaron a contarle que después de unos días sin saber que hacer decidieron contárselo a su madre y que ella ya se había encargado de buscar un buen psicólogo.
-¡Muchas gracias chicas! No sé que haría sin vosotras... Solo quiero pediros un último favor.
-Lo que tu quieras.
-Lu y yo estamos aquí para todo.
-¿Mañana podrías acompañarme?
Las dos chicas asintieron, lo tenían muy presente, lo primero era que Carla mejorara. No podían soportar pensar que eso le podía llevar a un problema mucho mayor.
Al día siguiente las tres chicas fueron en busca de la psicóloga que ayudaría a Carla a superar su problemas; si, esa soy yo. Mi clínica estaba, y sigue estando, en un edificio alto con aspecto moderno, en el piso número 5. Las chicas subieron hasta allí y Carla entró, sus amigas se quedaron esperando en el pequeño recibidor. Las paredes estaban pintadas de un tono azul cielo, transmitían mucha calma y tranquilidad. Carla y yo comenzamos a charlar, al principio solo me habló de sus mejores amigas, Lucía y Paula, y de un chico que solo en un par de semanas se había convertido en su mejor amigo, Josu.
-Si quieres, háblame un poco de ellas.
-Bueno, pues Lucía es la típica chica que parece muy tímida y buena pero es una fiestera, le encanta salir y los chicos... Paula es mucho más tranquila, también le gusta salir de fiesta pero sabe controlar sus impulsos bastante mejor. Y Josu, bueno, es amable y cariñoso, pero tiene su parte de chico con un carácter muy fuerte. No sé si me estoy explicando muy bien...
-Perfectamente, te entiendo. Continúa.
Cuando tocamos el tema de Raúl fue cuando se derrumbó, me contó toda su historia, hasta el final y noté que esto se debía a algo más fuerte. También me comentó algo de un sueño que se repetía y le pedí que me lo explicara, esto lo apunté ya que me parecía que tenía un significado importante.
Como toda psicóloga, después de que me contara sus últimos problemas, le dije me que hablara un poco sobre su infancia, cosas importantes que le sucedieron cuando era pequeña, tanto buenas como malas. Primero me estuvo contando cosas buenas y divertidas, me estuvo hablando de su madre y de su padre, con esto último empezó a llorar.
-Lo siento, pero me cuesta mucho hablar sobre él... Le echo tanto de menos...
-¿Qué pasa? Si quieres que te ayude tienes que contármelo.
-De verdad, no puedo.
-¿Tus padres están separados?
-No, mi madre le sigue queriendo muchísimo, y yo también.
-Bueno, tu tranquilízate y háblame de lo que tu quieras.
En el primer momento pensé que Carla iba a ser una chica un poco complicada, era muy amable y simpática pero también era bastante cerrada, por lo menos conmigo, y era normal, no me conocía de nada. Me siguió contando cosas sobre ella y sobre su vida, pero en el último momento, unos minutos antes de que se terminara la primera sesión me confesó lo que antes no me había dicho.
-Antes de irme creo que debo decirte por qué he llorado antes, mis amigas y mi madre me están apoyando mucho y quiero recuperarme pronto, por ellas. Si para eso tengo que contártelo todo, lo haré.
-Me alegro de que pienses así Carla. Yo voy a hacer todo lo que pueda para ayudarte.
-Gracias Bárbara. Lo que no te quería contar es que mi padre murió cuando yo tenía 9 años, nunca lo superé.

*Espero que os guste :) Cuando pueda pondré el siguiente capítulo :D
  ¡Por favor, comentad que quiero saber vuestra opinión!

5 comentarios:

  1. Directamente cada vez me gusta más esta historia, jeje(: Espero que sigas así y por supuesto, gracias a ti empecé yo con la mía. Un beso(:

    ResponderEliminar
  2. Aasdfghjklkjhgfdsasdfghjkjhgfdsasdfghjkjhgfds. No puedo decir nada más.

    ResponderEliminar
  3. Me tiene completamente enganchada! Sigue así que nos tienes con una intriga...

    ResponderEliminar
  4. es increible, en serio =)me esta gustando mucho ¡tu novela engancha!

    ResponderEliminar
  5. e de admitir k tambien me tiene enganchada tu novela!
    me encanta!! sigue asi.
    la ultima frase de carla a sido algo triste.
    y.....
    ERES LA PSICOLOGA, jajaja k sorpresa me lleve al leerlo
    jaja muy buenaa

    ResponderEliminar