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jueves, 22 de diciembre de 2011

Lo que dice una mirada. Capítulo 3.

Volviendo a esa tarde de julio, soleada y despejada, donde Carla recordaba muchos buenos momentos con Raúl en esos 6 meses que llevaban juntos.
Carla y Raúl habían quedado en la playa para dar un paseo, ella decía que esas vacaciones estaban pasando poco tiempo juntos y que quería estar más con él. Cuando Carla miró el reloj se dio cuenta de que su novio tendría que haber llegado hacía ya media hora, estaba a punto de llamarle preocupada por si le había pasado algo, pero a los pocos segundos le llegó un sms suyo que decía: “Lo siento preciosa mía, he tenido un problema familiar y no puedo ir, no te preocupes no ha sido nada grave. Mil disculpas. Te quiero más que a nada en el mundo, eres lo mejor que tengo. Después te llamo, cielo. Raúl”. Carla es muy buena persona, un poco ingenua tal vez, como le dijo que no había sido nada grave no se preocupó y como todavía era muy pronto le pareció buena idea ir a la ciudad a dar una vuelta; por una parte hizo bien en ir, se iba a enterar de algo que cambiaría muchas cosas; pero por otra, se arrepentiría durante bastante tiempo.
Allí fue de tienda en tienda, cuando terminó de comprar fue a pasear por la ciudad. Mientras caminaba pensó en comprarle algo a Raúl pero no sabía qué le podía comprar, un regalo para un chico siempre le pareció algo muy difícil. Pensando y pensando en su querido novio pasó cerca de un pequeño parque, le pareció muy bonito, eran pequeñas zonas verdes con árboles y flores; vio un banco libre y se sentó. Aquel lugar era de lo más relajante hasta que vio algo que hizo que su interior se derrumbara.
A lo lejos vio a una chica rubia y guapísima, a su lado estaba Raúl cogiéndole la mano y acariciándole el pelo, vio como se acercaban y se besaban, los dos charlaban, reían, se robaban besos, siempre tenían en su cara una sonrisa. Carla no sabía que hacer, después de quedarse unos segundos petrificada viendo como su novio le engañaba se fue a su casa, necesitaba pensar.
Por la noche Raúl llamó a Carla como le había dicho en el mensaje y esta le habló amablemente, con la máxima normalidad posible. Lo primero que le pasó por la cabeza fue ponerse a gritar como una loca y decirle las cosas bien claras, pero se dio cuenta de que por teléfono no iba a solucionar nada, por lo que decidió quedar con él y decírselo todo a la cara, directamente.
Al día siguiente volvieron a verse en la playa, esta vez Raúl si apareció. Como siempre, se saludaron con un suave beso en los labios. Carla no lo soportaba más, estaba sufriendo mucho, lo que más le dolía era que a pesar de lo que le había hecho seguía enamorada de él. Acabó llorando, no podía guardarse ese dolor durante más tiempo; Raúl la abrazó sin decirle nada, solo para tranquilizarla, pero ella lo apartó de un empujón.
  • Te odio, no puedo creer que seas así. Yo me enamoré de ti porque eras especial, ahora me doy cuenta de que eres especialmente idiota.
  • Amor, ¿qué te pasa? No he hecho nada para que te pongas así.
  • ¿Qué no has hecho nada? Lo que tengo que oír... ¿Te suena de algo engañarme para irte por ahí con una rubia más guapa que yo? Aquí se termina todo, a partir de ahora solo estás en mi pasado, un punto y aparte en mi vida.
Raúl se quedó con la boca abierta, nunca habría imaginado aquello, una lágrima resbaló por su mejilla, ¿cómo podía llorar por una chica? ¿de verdad estaba enamorado de ella?. Ignorando estas preguntas que acudían continuamente a su cabeza, a pesar de que sabía perfectamente la respuesta, cogió su móvil para llamar a Olivia (la chica rubia), probablemente su nueva novia.


* Me han preguntado si la novela será larga, de momento creo que serán sobre 40 capítulos, pero seguramente la novela acabe con algún capítulo más :) Espero que os esté gustado y si tenéis alguna pregunta podéis decirme por tuenti (Loque Dice Una Mirada), por hotmail (loquediceunamirada@hotmail.com) o por un comentario en el blog. *

lunes, 19 de diciembre de 2011

Lo que dice una mirada. Capítulo 2.

Era una tarde de julio, soleada y despejada, Carla veraneaba en un bonito pueblo junto al mar, cerca de la ciudad donde estaba su novio Raúl pasando las vacaciones.
Llevaban juntos 6 bonitos meses, Carla recordaba el día 8 de enero como uno de sus mejores días, recordaba sus palabras: “Hace tiempo que me fijé en ti, no puedo evitar decirte que me encanta tu sonrisa, me encantan tus ojos, me encanta tu pelo...me encantas tú”, ese día Carla sonrió como nunca lo había hecho, el chico que le gustaba desde hacía mucho tiempo le había preguntado si quería salir con él; ella asintió y sonrió mientras lentamente sus labios se juntaron, el beso más dulce que le habían dado en toda su vida.
Esos meses habían sido preciosos, Raúl es un chico alto, de pelo negro, ojos marrones y grandes y guapo, muy guapo. Era muy duro y frío con la mayoría de la gente, se quejaba cuando algo le parecía injusto y siempre le gustaba llevar la razón; pero cuando estaba con Carla todo era diferente, se comportaba amable y respetuosamente, era dulce y cercano, parecía que ella le tranquilizaba, que con ella todo iba bien. Se complementaban el uno al otro.
Recordaba un día de primavera que pasó junto a él, Raúl le preparó un día romántico; por la mañana quedaron para ir a dar un paseo, él la llevó por un pequeño camino que daba al monte diciéndole que tenía una sorpresa preparada para ella, pasaron junto a un riachuelo y allí se sacaron algunas fotos juntos, eran felices, felices como nunca lo habían sido. Llegaron a una campa verde y espaciosa, un pequeño claro en el monte donde no había nada; Raúl le tapó los ojos con el pañuelo que Carla llevaba al cuello.
  • ¿Pero qué haces?
  • Sssssss... ¡Es una sorpresa! Ahora vengo.
Después de esto el chico corrió hasta un pequeño arbusto que estaba al este del prado, cogió una mochila, que escondió allí el día anterior, y rápidamente colocó una manta con algunos tapers de comida encima; hasta aquí no era muy romántico, pero después cogió velas y rosas y rodeó la manta con ellas. Encendió las velas y se acercó a Carla.
  • Te susurro al oído que te quiero, te digo continuamente que te amo, no te lo canto porque no quiero que se nos estropee el día, pero ahora mismo lo que quiero es demostrártelo. Te voy a quitar tu pañuelo de los ojos, no quiero que te decepciones, esto no es gran cosa pero lo he hecho con todo mi cariño. De verdad, te quiero mucho cielo.
  • ¡¿Qué no es gran cosa?! Me encanta, ¡esto es genial! No tenías que haberte molestado... Te quiero tanto amor.
Después de un largo beso los dos apagaron sus móviles, decidieron que aquel iba a ser su día, los dos juntos, solos, sin que nadie pudiera molestarles. Carla le agradecía aquello una y mil veces, le había sorprendido de verdad, y eso le encantaba.
  • Estoy impaciente por probar la comida, ¡tiene muy buena pinta! ¿La has hecho tú?
  • Bueno, he ayudado, pero el mérito es de mi madre... - Dijo tímidamente mientras cogía una de las rosas y se la ponía en el pelo a Carla, ella sonrió enamorada.
  • Esto es precioso, me encantan las velas y las flores y el campo y la comida y tu... no hay nada que no me parezca maravilloso en este momento.
En ese mes de mayo el monte estaba precioso. Pasaron allí la tarde, comieron, rieron, hablaron, sacaron fotos, contaron anécdotas, se dijeron los mucho que se querían una y otra vez, escucharon música y cantaron, observaron pájaros y ardillas en los árboles, volvieron al riachuelo... Fue un día perfecto para ambos.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Lo que dice una mirada. Capítulo 1.

Puede parecer la típica historia de amor entre dos jóvenes, los típicos problemas que surgen en una pareja,... Esto va un poco más allá, desde hace unos meses soy la psicóloga de Carla Ruiz; ha sufrido mucho últimamente, ha pasado por cosas difíciles y necesita ayuda, pero primero os voy a contar quién es ella:
Es una chica alta, morena y guapa, tiene 16 años, en mi opinión una edad difícil. Paula, Lucía y Carla eran inseparables, parecía que nunca dejarían de ser amigas... Ninguna de ellas se podía imaginar todo lo que ocurriría en esos meses.
Las tres iban juntas a clase, eran las chicas perfectas: guapas, divertidas y listas. Lucía, probablemente la más tímida, llevaba 3 meses con su novio, Paula 5 y Carla acababa de cortar con él. No fue fácil para ella, pero rápidamente se recuperó, o eso parecía. Sus amigas sabían que algo pasaba, pero ninguna quiso presionarla demasiado. Cuando les confesó su secreto, decidió acudir a mí, yo le he estado ayudando a superar todos esos problemas que han ido surgiendo en su vida.
Creo que mejor será empezar por el principio.


* Es corto, pero es una pequeña introducción de lo que será la historia. Espero que os guste, me gustaría que me comentarais para saber vuestra opinión :) Podéis agregarme al tuenti: Loque Dice Una Mirada :D *

lunes, 12 de diciembre de 2011

Lo que dice una mirada :)

¡Hola! Me gusta mucho escribir y me encantaría dedicarme a ello. Empecé a escribir una novela que se titula "Lo que dice una mirada" y, siguiendo el ejemplo de Francisco de Paula (más conocido como Blue Jeans o como el autor de "Canciones para Paula") decidí hacer un blog y poco a poco ir publicando capítulos de esta novela. No espero tener el éxito de Blue Jeans, solo quiero que alguien lea lo que escribo, y que a alguna persona le guste.
Pronto publicaré el primer capítulo de "Lo que dice una mirada", me gustaría mucho que si os gusta se lo recomendarais a vuestros amigos.
Si queréis decirme algo acerca de la novela o de otra cosa por comentario o también podéis mandarme un e-mail a loquediceunamirada@hotmail.com
Gracias a tod@s y espero que os guste :D